Vivimos en un mundo sin motivaciones, lleno de miedos e
inseguridades y falto de impulso, creatividad y magia.
Vocación, es la primera palabra que viene a mi cabeza cuando
pienso en una profesión. Movernos por sensaciones, ganas, ideas, pasión.
Desde pequeña he tenido claro el objetivo, he tomado
diferentes caminos, alguno de ellos, incluso alejándome de ese objetivo final.
He crecido. He crecido, en todos los aspectos, aprendiendo de cada camino para
poco a poco crear el mío. Ahora me encuentro en él.
Siendo sincera tengo las expectativas altas, no sólo en lo
que espero de esta carrera, de esta futura profesión, sino a nivel personal
también.
Ser MAESTRO, en mayúsculas, creo que es una de las
profesiones más completas y enriquecedoras que existen.
ENSEÑAR no sólo conocimientos, sino a pensar, a compartir, a
crecer, a errar y sobre todo, a SER.
APRENDER cada día, de cada alumno y compañero que nos rodea,
de cada innovación que aparece, de cada gesto y expresión.
AFIANZAR conocimientos, valores.
CREAR ganas, ilusión, futuros.
POTENCIAR cada virtud, cada pequeño o gran don, cada idea o
pensamiento.
Ser maestro es tener el privilegio de crecer y hacer crecer,
enseñar y aprender al mismo tiempo, impulsar, innovar, crear, apostar, guiar,
conocer, fomentar, inculcar, extraer, compartir, relacionarse, hablar y
escuchar, avanzar, dinamizar, transmitir, afianzar, equivocarse, experimentar,
saber entender y comprender, compartir emociones, dar y recibir confianza,
formar, creer, renovar, reinventar, orientar, ayudar, potenciar, desaprender,
convivir, incentivar, investigar, enfatizar, empatizar.
MAESTRO es FUTURO .
es
BASE.
es
PASIÓN.
es
QUERER SERLO.
